Viernes 29 Marzo 2024

El Pleno del Ayuntamiento de Hellín aprobó ayer la propuesta de Alcaldía de oposición frontal al posible recrecimiento de la Presa del Camarillas, en 25 metros, después de que se rechazara la enmienda que, al respecto, había presentado el Partido Popular en la que el principal grupo de la oposición reclamaba al Gobierno de la Nación que retirara de los Presupuestos Generales del Estado la cantidad presupuestada para el inicio de esta obra, mientras que Ciudadanos reclamó más información al respecto.


Fue, sin lugar a dudas, uno de los puntos más intensos y acalorados, en cuanto al debate que protagonizaron algunos de los representantes de los distintos partidos políticos, entre los once del Orden del Día de una sesión con más de dos horas de duración.
Y es que, a lo largo de la reciente historia del municipio, y del propio Salón de Plenos, el agua ha sido, y nunca mejor dicho, fuente inagotable de enfrentamientos y encontronazos dialécticos, como de alguna manera sucedió ayer, entre el PSOE que, a través del alcalde y el concejal de Medio Ambiente, Julián Martínez, criticaron esta obra y la postura del PP en las últimas décadas, mientras que los populares acusaron al actual Gobierno de «buscar el interés político y partidista».
El primer edil, como ya adelantó la pasada semana ante la Prensa, coincidiendo con la visita del delegado de la Junta en Albacete, avisó que el recrecimiento de la Presa del Camarillas en 25 metros de altura supondría anegar zonas que, actualmente, tienen uso agrícola, lo que generaría un perjuicio económico importante con perdida productiva agrícola, por el lucro cesante que se produciría, e inundaría zonas de un rico patrimonio arqueológico, «generando un perjuicio irreparable», como también sostuvo el concejal de Agua.
En paralelo, lamentó que el recrecimiento supondría una pérdida de valor ambiental de la zona: no sólo por la zona inundada, sino por la zona de afección del nuevo vaso del embalse se prevé y, por contra, conllevaría una mayor dotación de recursos hídricos y zona regable de la región vecina de Murcia, ya que ninguna zona de Hellín y su entorno se beneficiará, directa o indirectamente, de los recursos hídricos que se embalsen.
Así, Ramón García justificó la propuesta de dirigirse al Ministerio de Agricultura y el Gobierno de la Nación, «ante la pasividad, indiferencia y connivencia» mostrada por el Partido Popular , cuando el propio Julián Martínez le reprochó al PP su pasividad en materia de agua a lo largo de la historia y su conformidad a los tres planes de cuenca, por lo que detectó ciertos tintes electoralistas «en este interés repentino por una obra para una comunidad-en alusión a Murcia-que es fuente de muchos votos»
Historia
García recordó que el Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento ha mantenido «históricamente, una lucha frontal» frente a las obras hidráulicas previstas por el Estado en su término municipal que no beneficiaran directamente a su territorio y, por el contrario, generaba serios perjuicios a su entorno y beneficios a otros territorios aguas abajo del Río Mundo.
El alcalde se situó en el año 1999 cuando, la estrategia política en materia de aguas en Hellín, sufrió un cambio importante a través del Partido Socialista Obrero Español y las distintas instituciones: «fue un punto de inflexión en un asunto que ha sido objeto históricamente de ninguneo a Hellín y su entorno», tras aludir al número de obras hidráulicas de envergadura, «con fines distintos a beneficiar nuestro territorio», que se contemplaban.
Recordó que, con fecha 3 de septiembre de 1999, por parte del Grupo Socialista se presentó una Moción frente a las noticias del recrecimiento de la Presa del Camarillas, interesándose que por el Ayuntamiento se solicitara información al respecto de dicho proyecto a la CHS y otras administraciones
Nuevamente-reveló- y ante el conocimiento de que, por parte del Plan Hidrológico Nacional de entonces, se había incluido como obra prioritaria la del recrecimiento de la Presa del Camarillas, se presentó otra moción, con fecha 24 de julio de 2001, por la que se instaba a que el Pleno se dirigiera al Gobierno de la Nación para detener la obra, aunque lamentó que, el alcalde del Partido Popular de entonces mantuvo, con su voto de calidad, una oposición a la moción aludiendo que la obra no era perjudicial para Hellín y que, en caso de recrecerse la presa, sería, unos pocos metros.
En la actualidad, se ha tenido conocimiento que el nuevo Plan de Cuenca recoge dicho proyecto pero planificando su ejecución para próximos ejercicios, pero nunca de forma inmediata. El Ayuntamiento de Hellín representado por su alcalde actual y la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha se han opuesto con su voto en contra por ésta obra proyectada y por otras cuestiones que perjudican a la Región.
El PP, no a la obra
Por su parte, el Partido Popular de Hellín se mostró, a través de su concejal, Juan Antonio Moreno Moya, «totalmente contrario» a la obra, al considerarla «innecesaria y carente de toda lógica», por lo que negó que el posicionamiento de su partido fuera un postureo, como dejó entrever el delegado de la Junta: «lo decimos de manera sincera».
Así, tras recordar que la obra se fundamenta, principalmente, en una mejora en la capacidad de laminación de avenidas, «ese argumento, hoy por hoy, carece de lógica», atendiendo al hecho de que, en los últimos 20 años y para paliar los efectos de las temidas inundaciones en la Cuenca receptora de este embalse, se construyeron los varios embalses de laminación.
En este punto aludieron al Embalse del Boquerón (Hellín), con una capacidad de trece hectómetros cúbicos, que regula los caudales de las ramblas del Mullidar y Boquerón, que tributa al río Mundo, aguas arriba del Embalse de Camarillas; así como el Embalse del Bayco (Ontur y Fuente-Álamo), con una capacidad de nueve hectómetros cúbicos y el de Los Charcos (Tobarra), con una capacidad de cuatro hectómetros cúbicos.
Para el PP, estos tres embalses, construidos al amparo del "Plan General de Defensa contra Inundaciones de la Cuenca del Segura", del año 1987, , garantizan un sistema de retención de caudales «que hacen innecesario» el planteamiento de un recrecimiento del Embalse de Camarillas, al advertir que, entre los tres, poseen una capacidad de retención de 26 hectómetros cúbicos «que liberan» a éste de semejantes caudales que, hasta la construcción de los mismos, llegaban al pantano.
Efectos negativos
Reconocieron que un recrecimiento al actual nivel del embalse produciría, «inexorablemente», la inundación de buena parte de las tierras de cultivo de parajes tan singulares, como El Tesorico y El Azaraque, afectando, no sólo a la agricultura, sino también el hábitat del bosque de ribera del río Mundo, así como el Eremitorio de la Cueva de la Camareta, «que quedaría convertido en una isla dentro del vaso del embalse».
En la exposición de motivos los populares recordaron que el término municipal de Hellín, así como su Comarca, han venido soportando históricamente en su territorio, la hipoteca que supone la labor de regulación de los ríos Mundo y Segura a través de los embalses de Camarillas, Talave y Cenajo, con la consiguiente pérdida de sus mejores tierras de cultivo.
En este sentido, Moya reclamó, sin éxito, la retirada del texto de la propuesta de Alcaldía en la que se criticaba al pasividad del PP en este asunto, ya que Beatriz Jiménez, en nombre de IU, consideró «muy bien argumentada» la exposición del alcalde; mientras que María Jesús López, portavoz de Ciudadanos, se abstuvo al reconocer que «necesitamos más información al respecto para ser lo más consecuentes posibles con nuestro posicionamiento».

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