José María Pérez se convirtió, coincidiendo con la celebración de la Feria, en el nuevo presidente del Club Rotarios de Hellín, tras el mandato de Francisco Carreño, contento y feliz por este período en el que han estado presentes en numerosos actos y han ayudado a combatir la polio en algunos países del Mundo.
Bajo la atenta mirada del maestro de ceremonias, Miguel Martínez, y en un acto cargado de rituales, tuvo lugar el cambio de collares del presidente saliente, al entrante, un José María Pérez que, como primer reto de futuro, se autoimpuso estrechar relaciones con el Párroco de La Asunción, por lo que ofreció la ayuda económica del Club para la renovación de las cristales que se hallan en el interior de la Iglesia.
De esta manera, tiró de ironía al señalar que, en ocasiones, "a los rotarios se nos ha tachado de ser ligeramente masoncillos", en el momento en que se propuso, de cara al futuro, "comportarse en base a los principios de nuestro colectivo, y abierto al conjunto de la sociedad y nuevos proyectos de futuro".
En la hora de su despedida Francisco Carreño enumeró algunos actos en los que ha estado presente en este tiempo el Club, como en la despedida de Juan Montero del Jugado Nº 1 de Hellín, en la visita de la Reina a los Hermanos de la Cruz Blanca, y con el deseo de que en la nueva andadura del Club siga desarrollando más actividades.
Comprometidos
El maestro de ceremonias, Miguel Martínez, indicó que, actualmente, la Fundación, con 1.000 millones de dólares, de fondo fijo, aseguran la continuidad ya que casi nunca se tocan y, como ha ocurrido este año, se incrementan en 43 millones para proyectos sociales y mejorar el bienestar de las personas ante la falta de agua potable, el hambre o analfabetismo.
Además, reconoció que, gracias a la generosidad de muchas personas, se han destinado más de 4.000 millones de dólares para la compra de 1.000 millones de vacunas, al celebrar que, desde hace trece meses, no se detectado ningún caso de la polio en Nigeria.
Luego defendió el espíritu de los rotarios "donde no adiestramos a las almas, no tenemos liturgias, ni imponemos ninguna confesión o cómo tiene que ser políticamente", desde la fundación de esa corriente en Estados Unidos, en 1905, por parte de un sastre, un empresario de carbón, otro de minas y un abogado "hasta que nos hemos convertido en uno de los principales movimientos humanistas del mundo".
Del mismo modo, defendió la libertad de los diferentes clubes de rotarios existentes en el mundo, "manteniendo la dimensión en la comunidad en la que vivimos y otra, a nivel internacional", tras defender las normas del Club de elegir presidente al final de sólo un año de mandato.
A la cena acudieron representantes de distintos sectores de la sociedad hellinera, y en nombre del Gobierno, el concejal de Empleo y Urbanismo, Juan Antonio Andújar, quien consideró de «gran interés» la aparición de colectivos y foros de debate «porque las opiniones sobre distintos temas y desde diferente óptica sólo pueden ser enriquecededoras».