El que ha sido en los últimos seis años responsable del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Hellín, Juan Montero, se despidió este fin de semana de su cargo, ya que en breve pasará a estar adscrito al Tribuna Superior de Justicia de Castilla-La Mancha y, en concreto, en la provincia de Albacete, donde ejercerá, en función de las bajas y necesidades, aunque, en principio podría estar destinado en el Juzgado de lo Social de Albacete.
Montero recordaba esta semana que el Juzgado de Hellín estaba "bastante saturado" antes de su llegada, cuando existían dos personas de refuerzo en Civil, como una situación que se prolongó durante unos cinco meses, hasta que en opinión del magistrado se produjo un hecho «clave»: la constitución del Juzgado Nº 3 en el año 2010.
De esta manera, reveló que de 650 asuntos penales en trámites, a 31 de diciembre del año pasado existían 84, mientras que en Civil los procedimientos han descendido desde los 500 a 158, aunque también admitió que en los dos últimos meses han tenido que "esforzarse", ante la carga de trabajo que ha supuesto todo lo relacionado con la celebración de las elecciones.
En este tiempo, Juan Montero ha tenido que enfrentarse a cientos de casos: "los más delicados, siempre los que afectan a menores", recordó, aunque conocedor que, desde el punto de vista mediático, sin duda, el más relevante fue el que tuvo lugar, en el 2011, con la desaparición de Mari Cielo Cañabate: "creo que, por nuestra parte, se hizo un buen trabajo".
Sucesor
El sucesor de Montero será Eloy Garrido, con el que el propio juez ya ha tenido la ocasión de entrevistarse en las última semanas para intercambiar impresiones, aunque, hasta finales de junio o primeros de julio, en que el relevo se hará oficial con la publicación en el Boletín Oficial del Estado, será una jueza la que asuma la responsabilidad de manera provisional.
Montero, madrileño de nacimiento, pero, residente en Albacete, tras finalizar la carrera de Derecho, con apenas 23 años, y que reconoció "no me hubiera disgustado ser periodista", comenzó a preparar las oposiciones a juez hasta que, después de alguna intentona y seis años, aprobó un largo proceso de exámenes.
Posteriormente, se tuvo que formar durante dos años: uno, en la Escuela Judicial de Barcelona; y el segundo, en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, antes del acto de elección, "muy emocionante", que vivió en la Ciudad Condal, donde pudo elegir el destino que se había propuesto, junto a Villarrobledo: el de Hellín.
Esta semana, en una entrevista que concedió en el espacio "Buenos Días, Hellín", de la Emisora Municipal, reconoció no recordar de manera especial la primera sentencia que dictó, pero sí el día en que, con 29 años, llegó al Juzgado, una semana antes de tener que tomar posesión, "con zapatillas deportivas, vaqueros, polo de manga corta, pulseras de lana y una mochila. Los funcionarios levantaron la cabeza, con algo de sorpresa".
En este sentido, admitió que "una de las clave en el buen funcionamiento" del Juzgado de Hellín "ha sido el trabajo que han desarrollado muchas personas, incluidos fines de semana".
Montero, al que compañeros de profesión y amigos despidieron el pasado martes con una comida repleta de recuerdos, dijo despedirse "sabedor que dejo a muchos y muy buenos amigos y profesionales", entre los que se encuentra el ADB Hellín en el que llegó a jugar tres temporadas, ya que el Baloncesto y el At. de Madrid, son dos de sus grandes pasiones.