En medio de la decepción agridulce y las críticas que los hellineros lanzaron hacia el hecho de que Guinness decidió no homologar el Récord, la alcalde de la ciudad, Manuel Mínguez, se mostró entre «indignado y perplejo» por la decisión de la jueza que se desplazó desde el Reino Unido para la ocasión. Incluso habló de «cosas muy extrañas. Como si no se quisiera que se batiera».

El alcalde popular, «muy contento, satisfecho y agradecido por la respuesta» que tuvieron los 12.609 tamborileros que se dieron cita en una jornada «inolvidable y ya para la historia», no acabó de entender los argumentos esgrimidos por la persona encargada de supervisar el registro, como que se no guardó el debido silencio cuando el encargado de dirigir la clase magistral, Javier García, explicaba el origen de las tamboradas, o el hecho de que algunos de las personas abandonaron el circuito durante ese espacio comprendido entre las 17.00 y 17.30 horas, en que se produjo un silencio de 20 segundos, y luego, «un estruendo maravilloso» de unos tres minutos con el racataplán retumbando, como nunca antes se recordaba.
En este sentido, Manuel Mínguez aseguró que una de las exigencias que se conocieron en ese momento «porque de lo contrario el Ayuntamiento no habría apoyando la celebración del Récord», es que se pidió la colocación de vallas en las zonas de acceso al circuito para mantener a todos los tamborileros en el interior del circuito durante el tiempo estipulado, aunque el alcalde rechazó de plano esta exigencia «por cuestiones de seguridad y un riesgo que no podíamos correr».
De esta manera la intentona del Récord, por el que hubo que pagar unos 15.000 euros, que, de alguna manera sufragaron los distintos patrocinadores, quedó sin efecto, a pesar de las conversaciones que, hasta el último momento, mantuvieron los componentes de la Asociación de Peñas y el propio alcalde con la supervisora: «le hicimos ver que si había visto algunos errores técnicos que nos restara de esa cifra total los participantes que creyera no habían cumplido con las reglas, porque también estaba superada la marcada de 10.046. Pero no dio su brazo a torcer», indicó.
Con o sin Récord, Hellín muy grande
En este sentido, la consejera de Fomento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Marta García de la Calzada, resaltó «el magnífico ambiente» que se vivió ese día, al tiempo que animó a los hellineros «a sentirse orgullosos de la Semana Santa y Tamborada con la que cuentan», con el encargo de «seguir cuidándola, preservándola y promocionándola».
Por su parte, el presidente de la Diputación Provincial de Albacete, Francisco Núñez, asiduo visitante en los últimos años a esta Tamborada, significó que «ha sido emocionantísimo lo que se ha vivido. Un ambiente espectacular y unas emociones inolvidables. Hellín se merecía el Récord», tras asegurar que la Semana Santa de Hellín «es de las mejores de Castilla-La Mancha».
Emiliano García Page, candidato del PSOE a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, tras aludir a una jornada «increíblemente emocionante», señaló que «no hay ningún aparato medidor de pasión. Si lo hubiera con este fervor que se ha vivido lo rompería».
Luego, en presencia del secretario provincial del partido, Manuel González, reflexionó al señalar que «la Semana Santa es una sensación que cada uno tenemos dentro y compartimos colectivamente en la calle. Guinness es muy posterior a Jesucristo», finalizó.
Ramón García, candidato del PSOE a la Alcaldía del Ayuntamiento de Hellín, indicó que «los hellineros no nos vamos a rendir y, más temprano que tarde, se tiene que hacer justicia y ésta se convertirá en la mayor Tamborada del Mundo»