A una semana para que se celebren elecciones a la presidencia de la Asociación de Peñas de Tamborileros, parece que, de momento, no existe una persona o grupo de personas interesadas en asumir el cargo, por lo que si al final del previsto para la presentación de candidaturas no existiera ninguna propuesta la gestión seguirá en manos de la actual Junta Gestora que se formó hace casi un año.
Así lo confirmó ayer un de sus portavoces, Joaquín Fernández, quien también recordaba una junta gestora estuvo dirigiendo la Asociación de Peñas durante dos años en medio de un vacío presidencial, hasta que se proclamó un presidente.
Ya sea por la crisis, porque se trata de un puesto importante, pero de responsabilidad, lo cierto es que tanto el año pasado, como en estas dos semanas que han transcurrido desde que se inauguró el proceso previo a las elecciones, »o porque da miedo escénico», indicó Fernández, pero no existen visos, a priori, que se vayan a recibir candidaturas antes de que se cierre el plazo, el próximo 5 de junio, aunque de manera presencial se podrán presentar el día 6 en la sede de la Asociación de la calle Benito Toboso, donde tendrá lugar el 7 de junio una asamblea extraordinaria.
Por estética
Y aunque se ha demostrado a lo largo de lo más de 25 años de vida de la Asociación de Peñas que ésta puede funcionar perfectamente con la dinámica que, con el paso del tiempo, y se ha conseguido a la hora de planificar y desarrollar las actividades, es evidente que, al menos desde el punto de vista estético, y tratándose de un colectivo relacionado muy directamente con la Semana Santa y la Tamborada, sería importante la figura de un presidente rodeado de una junta directiva.
Asimismo el propio Fernández recordaba algunos retos pendientes que se conseguirían con el nuevo equipo directivo, como la proclamación, casi con toda seguridad, en noviembre de la Tamborada Patrimonio de la Humanidad, por parte de la UNESCO.

El único requisito de los aspirantes a la presidencia es que formen parte de la Asociación de Peñas y presente un proyecto de futuro sobre las actuaciones a realizar durante los tres años de vigencia del mandato.