La Plaza de Toros vivió, en la noche del jueves de Feria, uno de los días que pasarán a la historia de Hellín, ya que coincidieron, más de 4.500 personas, en el concierto que ofrecieron los locales, El Niño de las Calcetas y, sobre todo, Demarco Flamenco, encantado “por el gran ambiente y cálida acogida” que se encontró en el coso taurino.

Y es que, a primera hora de la tarde del miércoles se tuvo que colocar el cartel de no hay entradas, ya que se vendieron, en el último mes, entre hellineros de todas las edades, y entre sus fans que se desplazaron, desde distintos puntos de la Región, así como de Murcia, Alicante o Andalucía.
Ambiente de gala
El público, entre los que se hallaban el alcalde de la ciudad, Ramón García, y la concejala de Festejos, Fabiola Jiménez, ambos, “muy contentos” por la respuesta, se ubicó en la parte de la granda que no cubría el escenario y, sobre todo, en la arena de la Plaza hasta dibujar un ambiente como no se recordaba, en un evento en Hellín, desde hace años.
El interés fue tal que muchas personas, casi de manera desesperada, y a la carrera intentó, por todos los medios, conseguir una entrada desde que se conoció que se habían agotado.