Después de muchas reuniones, aplazadas por diversas razones, algún que otro tira y floja, y hasta controversia entre alguna de las partes implicadas, esta mañana se ha alumbrado la firma del convenio entre el Ayuntamiento, Obispado de Albacete y Franciscanos que se traducirá, en un tiempo no concretado, en la reapertura del Convento de Franciscanos.

En el Salón de Plenos del Ayuntamiento, “al fin", como ha pronunciado alguno de los protagonistas de la firma, se han reunido los actores principales en un convenio por el que, como ya se deslizó en numerosas ocasiones, el Ayuntamiento, propietario del edificio, lo cede durante 75 años al Obispado que, a su vez custodiaría, por este mismo período, el contenido religioso que le ceden los Franciscanos, y entre los que destaca la Virgen de la Inmaculada.
Actualmente la imagen se halla en las Monjas Claras, pero cuando se reabra el edificio podrá regresar a su camarín, como ha dejado entrever el vicario general.
En la firma han estado el alcalde de Hellín, Ramón García, que ha hablado de un día "muy importante, tras muchos contratiempos en el camino”, y que todos han apostado por olvidar, tal y como también ha reconocido el vicario general del Obispado de Albacete, el hellinero, Luis Enrique Martínez, y Juan Carlos Moya, ministro provincial de la Orden Franciscana.
Dos convenios y una misma ilusión
La firma del convenio se ha prolongado durante varios minutos, ya que se ha tenido que rubricar, por un lado, el acuerdo entre el Ayuntamiento, Obispado de Albacete y Franciscanos, que seguirá siendo el propietario del huerto; y el segundo, entre el Consistorio y Obispado para llamar a las puertas de las administraciones para restaurar, en orden de importancia, las partes más deterioradas, como la cúpula, y en el que se recoge el compromiso de, una vez conocidas las memorias de la Oficina Técnica, y dependiendo de las ayudas que se consigan, ambas partes afrontarían, al 50 por ciento, el resto del presupuesto.
De cara al futuro, desde el Ayuntamiento se estudiará el uso que se le otorgan a las amplias dependencias, no religiosas, de las que se hará cargo (como las que ocuparon, hasta su desalojo, los profesionales del Centro Joven), mientras que el Obispado intentará normalizar, al menos una vez a la semana, los cultos religiosos, tal y como estaban establecidos antes del cierre.
Entre los asistentes se han dado cita el presidente de la Asociación de Cofradías y Hermandades, Francisco Juárez; así como los párrocos, Ricardo Magro y Antonio García, “Rami”, y otras personas relacionadas, de alguna manera, con el Convento, como Rafael Marín: el ex presidente de la Oración del Huerto, que ha recordado fue, en noviembre del 2013, coincidiendo con una misa de difuntos, en honor al Paso Gordo, oficiada por el Párroco ya fallecido, Victoriano Navarro, cuando tuvo lugar el último acto antes de su cierre.