Desde hace unos días, y hasta el 8 de marzo, en el Museo Fernando Picornell se va a poder contemplar la obra del pintor madrileño, Julio López Biedma. Un artista que crea su trabajo de la imaginación abstracta, por lo que los mundos que representa en sus cuadros son magníficas combinaciones de zonas y partes de colores en su composición.

Esos mundos van definiéndose en apartados que representan, unas veces rostros o perfiles de caras; y en otras ocasiones, figuras de peces, mariposas o pájaros. Esas zonas están formadas por colores lisos al óleo.

La manera de trabajar o técnica pictórica contiene gran cantidad de este material o pintura al óleo, ya que el grosor es muy grande y, en la parte superior, va realizando formas o relieves que amplían la mejor visualización de cada parte.
Prestigio

El tamaño de las obras-aproximadamente unas 30- suelen ser de una medida media, bien en vertical u horizontal, y todas están perfectamente enmarcadas (incluso se pueden ver en Internet, ya que el artista está muy introducido en las nuevas tecnologías. Prueba de ello que empresas asiáticas y chinas reproducen sus cuadros en carteles para gran parte del mundo).

Las exposiciones que ha realizado han sido, numerosas y variadas, en diversos museos de Madrid, Segovia o gran parte de España. Estas exposiciones se pueden conocer mejor en el taller que dirige, entre Toledo y Madrid.

Hay que recordar que, por estas salas de la Avenida Castilla-La Mancha, desde su inauguración oficial, en el 2005,han pasado artistas, como Antoni Tápies, Joan Miró, Goya, José Gutiérrez Solana o Antonio López Torres, entre otros.