Desde las administraciones el alcalde se ha autoimpuesto “ser sensible con el problema del despoblamiento”, al admitir que Hellín no es ajeno a una pérdida progresiva de población en casi todas las pedanías, a excepción de Isso.

Y es que Ramón García ha admitido que Hellín “no se entendería sin sus pedanías y por las peculiaridades que representan”, por lo que ha apostado por dotarlas “de más y mejores servicios, acercar la administración para que los tramites les sean más sencillos de realizar”, junto a la creación de escuelas infantiles, puntos de bibliotecas, mejora de consultorios médicos, eliminar problemas de agua, alcantarillado o depuración, potenciar sus fiestas o el descenso del IBI o el ICIO para aquellas personas que adquieran, rehabiliten o construyan su primera vivienda y se instalen de forma permanente en cualquiera de las referidas pedanías.
Gran entorno
El primer edil ha tirado de orgullo al referirse al entorno natural “envidiable” con el que cuenta Hellín y en el que el agua, ha asegurado, “juega un papel fundamental”, por lo que se ha mostrado “implacable y en contra” del posible recrecimiento de la Presa del Pantano de Camarillas, con el deseo de garantizar el derecho al uso del agua en la Agricultura.
García ha señalado que la sostenibilidad “también debe llegar” al núcleo urbano, y ha avalado “seguir trabajando en la mejora” de la limpieza viaria y la recogida de residuos sólidos urbanos, junto a la instalación del nuevo alumbrado público.