La junta directiva de la Asociación de Cofradías y Hermandades concluyó este pasado lunes el expediente abierto por una comisión de investigación que se formó, tras los hechos acaecidos el pasado Jueves Santo, cuando, al final de la calle de El Rabal, decidió dar por finalizado su recorrido la Cofradía de La Clemencia, con una multa de 1.000 euros.

La confirmación oficial de lo que se había filtrado, desde hace semanas, en la opinión pública, fue uno delos tres puntos de esta sesión extraordinaria, de apenas 20 minutos de duración, a la que asistieron 17 de las 26 cofradías y hermandades que forman parte de un Pleno que escuchó, por parte del secretario, Luis Bellver, los términos de la resolución, tras estudiar los hechos que sucedieron el pasado desfile de El Silencio.
Así, se ha considerado la actividad de la Cofradía como muy grave y, por tanto, se ha decidido una multa económica que la Asociación de Cofradías ha aceptado, como solicitaron los infractores, se abone en dos pagos que aportarán, se pudo escuchar, a título personal, algunos componentes de La Clemencia.
Destino dinero
Sobre el destino dinero para la Iglesia de la Asunción que sugirió Vicente Lozano, presidente de La Clemencia, al final, recogiendo la sugerencia del presidente en funciones, Francisco Juárez, se reservará para el cambio de la actual puerta de la Ermita del Calvario, que se consideró "una urgencia y necesidad", dado el estado en el que se halla, después de algunos arreglos.
El propio Bellver también leyó una carta de La Clemencia, que decidió, dentro del plazo que se concedió, no acudir a las alegaciones a las que tenía derecho, en la que “acata y asume” la decisión que se ha tomado, aunque con deseo de que, en el futuro, la misma escrupulosidad se siga a la hora de aplicar el Reglamento Interno de la Asociación, si se producen nuevas infracciones
Juárez destacó el "buen talante" demostrado, a lo largo de un proceso “al que hemos dado muchas vueltas", confesó, por La Clemencia, y avisó a navegantes que "ya saben lo que puede suceder si, en el futuro, cada uno quiere ir por su cuenta, aunque aseguró que adoptar esta decisión no había sido “un plato de buen gusto, precisamente”.