Radio Hellín /M. G. La Feria de Hellín se despidió en la noche de este domingo como comenzó: con un ambiente muy participativo y un gran número de personas presenciando todas las actividades que se habían programado, en una edición marcada por los grandes ambientes, buena climatología, en líneas generales, y ausencia de incidencias de consideración.

A pesar de que se han producido algunas peleas y denuncias por diferentes infracciones, por parte de la Policía Local, así como robos en casas de campo, vehículos y rotura de lunas, la Feria ha transcurrido sin incidencias de gravedad, si se tiene en cuenta las miles de personas que se han concentrado desde el viernes de pre-feria, hasta este domingo, en que con la clausura del castillo piro-musical que se lanzó en el campo de Césped Nº 2, se bajó el telón en una edición sin restricciones por culpa de la pandemia.
En un primer análisis la concejala de Festejos quiso incidir en los “grandes ambientes que se han vivido y respirado” a lo largo de los nueve días de actos en honor a la Patrona, la Virgen del Rosario, en cuyo honor se celebró la procesión del domingo. “La idea fue ofertar el mejor programa posible para que fuese del agrado de todos los hellineros y visitantes”.
Mucho trabajo
Jiménez ha culminado su séptima feria como concejala de Festejos, si se tiene en cuenta que, en el 2020, ante la pandemia, se tuvo que suspender: “En este tiempo hemos trabajado con mucha ilusión para intentar agradar a todos los públicos. Ahora, ellos tienen la última palabra sobre qué les ha parecido”.
Hay que recordar que, desde la cabalgata en la que participaron cientos de personas en las carrozas de entidades, colectivos y asociaciones, junto a las charangas y espectáculos de animación que se contrataron para dar vida a un recorrido que presenciaron en directo miles de personas, la Feria ha ofertado actividades para todos los públicos y sectores de la población. Sin olvidar la consolidación de los días específicos a la Mujer, Mayores, Juventud y Personas con Capacidades Diferentes que, además de su acto central el pasado miércoles, vivió hasta tres jornadas de la conocida como feria sin ruidos.
Grandes ambientes
También se han vivido grandes ambientes en las actividades para los niños, mayores y juventud sobre todo en el Festival de los Colores que se celebró este sábado, una semana después de su cancelación por culpa de las malas previsiones del tiempo.
Precisamente por las malas previsiones del tiempo se canceló un espectáculo de caballos que se había previsto en plaza de Toros; y es que la incertidumbre del tiempo ha sido una de las notas destacadas en esta edición, aunque solo se registró lluvia en la noche del domingo, cuando se tuvo que reubicar el Certamen de Bandas, desde la Plaza de Toros al abarrotado Pabellón Nº 1, y en la noche del jueves. El resto de días la temperatura al menos en las horas centrales del día, han sido muy agradables.
Del mismo modo el recién remodelado Parque Municipal ha acogido distintas exposiciones, como la “Feria del ayer”, “Entre arrozales” y “75 años del Recinto Ferial y Gran Vía”, así como la reunión de algunas mascotas
Una edición en la que se tuvieron que cancelar, ante la indisposición del protagonista, los actos del viernes previo al comienzo de la Feria organizados desde la Hermandad de la Alegría, primero para el público infantil; y posteriormente, pensando en el recuerdo de los 80; aunque sí celebró el sábado el IV Concurso de Cortadores de Jamón, en paralelo a la V Feria de Vinos DO de Jumilla.
A modo de conclusión destacar las más de 2.000 personas que presenciaron en directo la corrida de toros mixta en la que el rejoneador, Diego Ventura, con dos orejas y ovación, fue el gran triunfador de una tarde en la que Pablo Aguado logró una oreja y el reconocimiento de un público que también supo aplaudir las dos faenas de José María Manzanares.
Una Feria en la que el impacto económico ha sido muy importante ya que, durante muchas jornadas de la Feria, a la hora de comidas y cenas los bares, hoteles restaurantes han estado al completo o con muy buenos ambientes, al igual que los chiringuitos de las cofradías y hermandades de la Virgen del Dolor, La Verónica y La Soledad.