La Plaza de Toros recuperó el buen ambiente de la buenas tardes coincidiendo con la tradicional corrida de Feria, que reunió a tres cuartos de entrada para el estreno como empresario del murciano, Antonio Soler, y un novedoso espectáculo de ocho toros para matadores, novilleros y rejoneadores y que proclamó como triunfadores a Firiberto y Rubén Pinar.
Tanto el tobarreño como Firiberto cortaron una oreja y dos orejas, respectivamente a su lote: toros del Madroñín para la lidia a pie, y de La Castilleja, para el rejoneador, Leonardo Hernández, que recibió una ovación con saludos en el primero, y saludó desde el centro, en el segundo.
En cuanto a Rafaelillo terminó su primera faena con petición de oreja pero se quedó con la vuelta al rueda, aunque sí cortó dos apéndices en el segundo.
Así terminó aun tarde con auténtico sabor taurino y con buen ambiente en las gradas, ya que el empresario ofreció en la víspera entradas a diez euros, en la General de Sol, para los cofrades y hermandades de la Semana Santa.