El equipo que se halla al frente de la Unidad del Dolor del Hospital de Hellín celebró hace unos días los buenos resultados que han obtenido desde la implantación de este servicio, con el que se pretende aliviar y mitigar los dolores crónicos, a través de una serie de técnicas y tratamientos, como bloqueos o radiofrecuencias, con el fin de reducir la medicación y seguir con la vida laboral y diaria de los afectados.
Según explicó el director médico del centro hospitalario hellinero, Juan Pérez, la implantación de esta Unidad del Dolor “obedece a una aspiración de la llegada del equipo directivo con el fin de humanizar y dignificar la asistencia sanitaria”, ya que, reveló, “el dolor es el principal motivo de consulta en pacientes en Atención Primaria. Y casi estábamos en la obligación de crear esta Unidad que funcionase, de manera integrada, entre la Atención Especializada con el Servicio de Anestesiología y Atención Primaria”.
En un primer momento se formó un grupo de trabajo compuesto por doce médicos de Atención Primaria que representan a todos los centros de salud dependientes del Área, del Servicio de Anestesiología y de otros relacionados con el dolor, como Traumatología, Psiquiatría y Rehabilitación.
Evita desplazamientos
Como abundó la coordinadora, Lucía Penide, la Unidad del Dolor nació para atender a los pacientes que no contaban con esta estructura en su entorno y evitar, por tanto, los desplazamientos hacia el Hospital de Albacete: “con los nuevos tratamientos pretendemos que el dolor se reduzca al máxima y le permita al paciente desarrollar una vida lo más normal posible».
Así, la coordinadora indicó que “buscamos el alivio a través del equilibrio en el consumo de pastillas, que tienen sus efectos negativos, y que el paciente se encuentre medianamente bien. No para tener dolor cero, sino para que puedan vivir de la manera más positiva posible, a través de las últimas tecnologías”.
Las primeras consultas se realizaron en junio del 2014, y con la llegada de la Gerencia actual se ha disparado de manera importante, por lo que desde entonces se han pilotado 260 consultas y aplicado 77 técnicas-aunque algunos pacientes han repetido-:“son pacientes, en algunos casos derivados de Albacete, con listas de espera de tres meses, y que están realmente contentos” con el trato en el Hospital de Hellín donde, de momento, lo único que no se puede aplicar es la técnica de implantación de electrodos en la médula.
Juan Antonio Cotillas, médico de Atención Primaria, reconoció que el tratamiento del dolor crónico «es muy complejo», por lo que bendijo la llegada de la Unidad del Dolor que encuadró en “un gran avance por la colaboración entre médicos especializados y de Primaria que nos permite diseñar protocolos conjuntos, el abordaje multidisciplinar y el seguimiento”.
Así, indicó que “de esta manera podemos controlar mejor la efectividad de cada tratamiento y posibles cambios que se produzcan”, al revelar que en Atención Primaria el 60 % de las consultas que se atienden se deben a dolores de los pacientes.