El alcalde de la ciudad, Manuel Mínguez, junto al concejal de Deportes, Antonio Moreno, consideraron ayer como una noticia "muy triste y desagradable, y un plato que no es de buen gusto», la retirada del Hellín Deportivo de la liga, tras reivindicar, que, "dentro de nuestra situación económica muy delicada, hemos intentado ayuda en todo lo que nos ha sido posible", por lo que no toleraron que se culpe al Consistorio de la situación del equipo "porque tendrían que analizar la gestión que la directiva ha realizado en los últimos años."

En las dependencias del Ayuntamiento, Mínguez recordó que, en su condición de vicepresidente de la Diputación Provincial, ha impulsado varios convenios de colaboración con el Hellín, el último de los cuales se les ingresaba hace unos días, tras recordar que desde la Institución había cierta reticencia al ingreso del dinero «porque no veían nada clara la viabilidad del equipo», sin olvidar la reducción en un 90 por ciento de las tasas por la utilización de las instalaciones municipales.
En este sentido recordó que, a nivel municipal, desde el 2016 al 2011 el Ayuntamiento había destinado al Hellín 189.000 euros, de los que 9.000 quedaron pendientes por abonar y de los que se encargó de ingresar el actual Gobierno municipal a su llegada en el 2011, junto a los más de 78.000 euros que, precisamente, desde la Diputación se habían recibido en estos tres años.
Aclaraciones
Mínguez, al igual que el concejal de Deportes, no consideró justas las críticas hacia el Ayuntamiento reprochándole, desde la junta directiva del Hellín, como uno de los principales culpables de la retirada del equipo de la competición: «al Ayuntamiento le hubiera gustado mantener el régimen de subvenciones, pero, en la situación tan delicada que hemos tenido que remontar se hacía inviable», aunque también recordó que «la junta directiva sabía desde el primer momento que su andadura iba a tener que producirse sin la ayuda económica del Consistorio. Nunca se le ha mentido».
Moreno aclaró, en torno a la adjudicación de las Escuelas Deportivas al proyecto que presentó Eloy Jiménez, que fue el propio presidente de la entidad "el que no quiso asumir la gestión", tras destacar la regularización que se produjo de este servicio a la hora de convocar unas bases previa a la adjudicación de las mismas.
Además quiso repartir elogios hacia la gestión de los actuales responsables y monitores de las Escuelas Deportivas, quien, en su opinión han ofrecido un salto de calidad en relación a la anterior gestión, apoyándose en este sentido en los comentarios de una amplia mayoría de los padres de los más de 200 alumnos matriculados en las diferentes categorías.
Consciente que las relaciones entre ambas partes han estado tirantes en los últimos años Mínguez se mostró predispuesto a reunirse con la directiva del Hellín para limar asperezas, aunque aclaró que «algunas cosas no se pueden consentir», como vender alcohol en la cantina, circular en coche por las pistas de Santa Ana, la colocación de la bandera de Azerbaiján o la construcción de un palco de honor, en alusión a algunas de las peticiones que se realizaron desde el club, aunque el propio concejal de Deportes reconoció el mal estado del terreno de juego, sin poder concretar que, en el futuro, vaya a ser el escenario, más o menos habitual, de los partidos del Isso o UD Hellín como locales.
Sobre los reproches del presidente acerca de que ni el propio concejal y el alcalde se habían dejado ver por Santa Ana en los últimos años, Mínguez reivindicó que, durante muchos años, ha sido socio de Honor del conjunto hellinero, aunque reconoció que, por cuestiones de agenda política desde su llegada a la Alcaldía, no había podido asistir al estadio en las últimas temporadas.
Para el alcalde una ciudad como Hellín "se merece tener un equipo de fútbol, cuanto menos en 3ª División", al enumerar jugadores de élite como Camino, Carcelén, Josico o Eloy, que, en el pasado, vistieron la elástica azulona, por lo que insistió en hacer recogido "con sorpresa" la retirada del Hellín Deportivo de la competición, y recordó con nostalgia los tiempos en los que era casi una obligación ver los partidos del conjunto hellinero, tanto en el viejo Santa Ana, como de algunos desplazamientos por la vecina región de Murcia.