La concejala de Medio Ambiente aclaró ayer que la muerte de unas 1.900 carpas adultas recientemente en la Laguna de los Patos se había debido a la anoxia (falta de oxígeno en el agua ante la sequía y elevada temperaturas de las últimas horas), por lo que quiso salir al paso de los comentarios, en forma de rumores, que apuntaban a que el fallecimiento de los peces se había debido por una contaminación.
En las dependencias del Ayuntamiento Marta Pérez realizó un recorrido cronológico, apoyándose en el informe del Servicio de Medio Natural, de Montes y Espacios Naturales de los Servicios Periféricos de la Junta, en Albacete, responsable en este tipo de accidente, por las actuaciones que se han desarrollado desde que, el 16 de octubre, los agentes medioambientales de la zona detectaron, en el transcurso de una inspección rutinaria, la presencia de varias carpas flotando en el agua, sin vida y, en otros casos, agonizantes.
Posteriormente se precisó la intervención de los Bomberos del SEPEI para la retirada, la pasada semana, de las carpas, dentro del proceso previsto en este sentido que culminó con el enterramiento de los animales muertos, y también se procedió a la desinfección de todo el material que estuvo en contacto con los peces.
Del mismo modo se recogieron muestras de los peces muertes y agonizantes para su revisión veterinaria en el Centro de Recuperación de la Fauna de la Junta de Comunidades, e igualmente se comunicó de esta situación a la Confederación Hidrográfica del Segura, responsable de la calidad de las aguas, para que realizara unas muestras de éstas.
Resultados
Tras el análisis se reveló que el color pardo de las aguas del lago obedecía a la explosión de algas unicelulares, asociadas a un exceso de nutrientes y ciertas condiciones ambientales, pero, explicó Marta Pérez, en caso de altas temperaturas se suele producir el hecho de que las algas consumen oxígeno, tanto de día como de noche, lo que ha causado el problema
En el futuro una de las primeras medidas de choque podría ser solicitar un proyecto para la retirada del carrizo de la zona con el fin de oxigenar nuevamente el agua de este enclave natural ubicado a unos 3,5 kilómetros del casco urbano de Hellín.