Alejandro Barra acaba de concluir el encargo que, a finales del año pasado, le realizaron los componentes de la Hermandad de la Virgen de la Alegría, consistente en una peana para la imagen que se halla en Compañía de María, y en la que se recogen algunos de los símbolos asociados a este proyecto que aspira a procesionar en Semana Santa.

El Pleno de la Asociación de Cofradías y Hermandades aprobó en la noche del pasado martes el informe-valoración de la última Semana Santa, marcada por las luces y sombras, ya que se destacó el desarrollo de la última edición de la Semana Pasional, en cuanto a participación se refiere, pero, en las conclusiones se considera necesario mantener, con urgencia, reuniones entre todos los agentes implicadas en la organización para mejorar los desfiles de la polémica, como Calvario, Domingo de Resurrección y Jueves Santo, así como el estado de limpieza de las calles que consideraron más que mejorable.

El presidente de la Hermandad de Nuestra Señora del Dolor reconoció, pública y abiertamente, hace unos días que el recorrido de ésta por algunas calles del recorrido de la Procesión del Silencio, «quizás no fue el más adecuado al ritmo del resto de participantes», como manera de salir al paso del corte importante que se produjo en un momento dado del recorrido, a la altura de las calles Silvela y De Eras, en el transcurso del desfile de Jueves Santo.

Finalmente, la mayoría de las componentes que acudieron en la noche del pasado jueves a la asamblea convocada por la Cofradía de Nuestra Señora del Perdón y Cristo de La Caída decidieron no participar, ya a partir del próximo año, en el desfile de Viernes Santo por la noche, derivado por el escaso tiempo del que disponen para preparar esta salida tras el final de la Procesión del Calvario.

La Real Cofradía del Cristo Crucificado y Santísima Virgen de las Angustias ha iniciado una especie de campaña de recaudación de fondos con el fin de conseguir los 4.500 euros en que sus propietarios han tasado una maqueta de la talla del Cristo yacente, que, junto a la Virgen de aquél grupo escultórico, procesiona en Semana Santa.

Las bandas de cornetas y tambores, que, el pasado Domingo de Resurrección decidieron no llevar a cabo el tradicional desfile que, desde hace décadas, ha servido para poner el punto y final a cada edición de la Semana Santa, reivindicaron su decisión al recordar el acuerdo previo de adoptar esta medida si la Procesión no concluía en torno a las 17.00 horas. Así, reconocieron que no fue una decisión "en caliente" sino "consensuada y meditada con anterioridad".

En medio de la decepción agridulce y las críticas que los hellineros lanzaron hacia el hecho de que Guinness decidió no homologar el Récord, la alcalde de la ciudad, Manuel Mínguez, se mostró entre «indignado y perplejo» por la decisión de la jueza que se desplazó desde el Reino Unido para la ocasión. Incluso habló de «cosas muy extrañas. Como si no se quisiera que se batiera».

La Semana Santa de este año terminó con la suspensión del tradicional desfile de bandas de cornetas y tambores desde el Jardín Martínez Parras, discurriendo por la calle de El Sol y El Rabal, que, tras la Procesión, permanecía atestado de público ávido de seguir disfrutando de una fiesta única que volverá a celebrarse en 347 días.