A primera hora de la mañana de este lunes falleció en su domicilio de la zona de Villarreala, donde residía desde que en el 2013 dejó de ser Párroco de La Asunción, Don Victoriano Navarro. En enero cumplió los 79 años y su muerte causó ayer una gran conmoción en la ciudad hellinera, donde será enterrado tras el funeral que, a las 12.00 horas, va a oficiar el Obispo de Albacete en una Iglesia de La Asunción donde desde por la tarde quedó instalada la capilla ardiente.

Navarro, que desde hace años estaba delicado de salud, sin embargo su muerte, al parecer por cuestiones naturales que le sorprendieron en el sillón de su casa, causó una profunda tristeza entre los que no daban crédito a la noticia, sobre todo, el Hermano Superior de la Cruz Blanca, José Crespo, ya que Navarro ofició, como era habitual casi todos los jueves y domingos desde su "retirada", la Misa en la conocida como "Dalila".
Crespo, muy consternado cuando conoció la noticia, recordó que tras la Misa que ofreció al fundador de la Residencia por el aniversario de su fallecimiento, dialogaron unos minutos y Victoriano se marchó en su propio coche: "era un gran hombre; una persona bondadosa, sabio, con las ideas muy claras y muy, muy sencillo", enfatizó.
Y es que este almanseño, desde que llegó a la Parroquia en 1988, ha sido una persona muy cercana a los ciudadanos y partícipe, como él mismo reconoció en más de una ocasión, de aniversarios históricos para Hellín, como la declaración de la Semana Santa como Fiesta de Interés Turístico Internacional, o los aniversarios desde la declaración de Hellín como Ciudad o del nombramiento de la Virgen del Rosario como Patrona.
Pero Navarro Asín también pasará a la historia por haber sido Pregonero de la Semana Santa, Tamborilero de Honor e Hijo Adoptivo. También recibió el título de Cirineo del Año por parte de la Juventud Musical Hellín, y como cofrade de La Dolorosa, en una ocasión fue el encargado de retirar el puñal de la Virgen en el tradicional Encuentro.
Fue en octubre de 2013 cuando, tras más de 25 años en el templo de la Plaza de la Iglesia-también fue testigo del 500 aniversario desde su construcción-cedió el relevo al actual Párroco, Ricardo Magro, quien ayer definió a su antecesor en el cargo como "un buen cristiano"

El alcalde de Hellín habló de Navarro como "una institución y siempre receptiva. Para mí ha sido como un padre", declaró entre lágrimas, tras indicar que, en el futuro, se podría estudiar por el Pleno dedicar una calle en la ciudad al religioso.
Nada más conocerse la noticia llegaron las reacciones, como la de José Agustín González, Párroco del Corazón de Jesús, compañero y amigo personal de Victoriano, a quien definió como "una persona absolutamente entregada en todo momento a Hellín, tanto en el dolor como la alegría".
González asumió que "la muerte de un compañero es desagradable, pero, los cristianos confiamos en la resurrección y creemos en la vida eterna. Su pérdida la vamos a sentir, porque, era una persona con la que era muy fácil trabajar. Muy humilde, cercano y comprensible con el sufrimiento de los demás".
Precisamente hacía unos meses que José Agustín González había sustituido a Victoriano Navarro como asesor religiosos de la Asociación de Cofradías y Hermandades, bajo la presidencia de Carlos Martínez.
Ayer el ex presidente lamentó la noticia tras recordar que fue hace una semana cuando habló con Navarro, quien acudió como uno de los presentadores del libro autobiográfico del hellinero, Juan Bravo: "me ha producido una gran conmoción la marcha de una persona que se volcó con la Asociación de Cofradías y con la Semana Santa, que le encantaba", tras reconocerle el mérito de haber puesto en marcha en su día la Escuela Cofrade. Era una persona muy entrañaba amable y siempre con las palabras adecuadas".
Juan Sánchez, director de Cáritas Interparroquial, lamentó ayer la pérdida de una persona "irrepetible, entrañable, que siempre estaba dispuesto a ayudar a quien se lo recamaba", teniendo en cuneta que el Párroco era un voluntario más en la Tómbola que se celebra cada Feria.
Componente de la Peña El Trago, con la que durante muchos años más tocó, sobre todo en la jornada de Jueves Santo, Navarro jugó un papel determinante en la beatificación, en Roma, de Fortunato Arias, y también impulsó de manera decidida la declaración del Corpus Christi como Fiesta de Interés Turístico Regional.