El alcalde de Hellín, Ramón García, junto al concejal de Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno municipal, Julián Martínez; además del secretario regional de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Julián Morcillo, y el presidente de la SAT El Mayorazgo, de Agramón, José Manzanedo, han coincidido esta mañana en mostrar su desacuerdo total ante el posible recrecimiento de la Presa del Camarillas por considerarla una obra “innecesaria e inviable”.

En la Sala de Prensa del Ayuntamiento, todos los intervinientes han insistido en denunciar la manera, “poco transparente, elegante y limpia” con la que los responsables de esta obra están actuando, tras reivindicar que el 25 por ciento de la Cuenca del Segura se halla en el territorio de Castilla-La Mancha, “por lo que algo tendremos que decir al respecto”, han coincidido en destacar los cuatro intervinientes.
Del mismo modo, han insistido en avisar que la obra, además de dañina para los cultivos de la zona y algunos recursos turísticos de gran valor, como La Camareta o El Tesorico, entre otros, “es técnicamente inviable”, ya que han dibujado los niveles, bajo mínimos, en que se encuentran, tras este período de sequía, los pantanos del Camarillas, Cenajo, Talave o La Fuensanta. También se han preguntado en voz alta de dónde se obtendría el agua.
Perjuicios históricos
En este sentido, tanto el alcalde como el concejal han recordado que, a lo largo de la historia, a Hellín se le ha ninguneado y perjudicado, de manera muy grave, con la construcción de varias infraestructuras (se ha recordado la desaparición de la población del Camarillas en su día) sin recibir nada a cambio, por lo que han explotado al asegurar que “ha llegado el momento de oponerse y decir abiertamente al Gobierno de la Nación que la obra, ni se puede ni se va a realizar”.
En este punto, el primer edil municipal no ha compartido las declaraciones de Manuel Mínguez en la víspera, en las que el portavoz del PP indicaba que, en un momento dado de que la actuación se realizase, se podrían reclamar compensaciones: “hay que detener la obra”, insistía, como realizará solicitando una entrevista, en Madrid, con el propio ministerio de Fomento.
El presidente de la SAT reconocía la carta que, hace unos días, les envió Aquamed, como la empresa encargada de realizar este proyecto, reclamándole colaboración e implicación, hasta económica, aunque Manzanedo ha señalado que “se nos ponen los pelos de punta sólo con pensar que la obra se puede llevar a cabo”, al remontarse a décadas en que se viene hablando de esta obra que, dibujaba, “sería la ruina” de gran parte de Agramón y su entorno.
Julián Morcillo, secretario regional de la UPA, ha avisado que, tras este proyecto, se esconden y adivinan las intenciones del Gobierno de Murcia de colmar las necesidades de sus regantes o ciudadanos, “sin tener en cuenta la ruina de otras comunidades”, en relación a Castilla-La Mancha, Albacete o Hellín.