El investigador hellinero, Juan Carlos Izpisúa Belmonte, ha sido proclamado esta tarde, en el Jardín Martínez Parras, con el título de Tamborilero de Honor de la Semana Santa de Hellín, que el investigador ha recibido con “mucha satisfacción, un gran honor y enormemente agradecido”.

Junto al presidente de la Asociación de Peñas, Fernando Picornell, y el alcalde de Hellín y concejal de Semana Santa, Ramón García, y el presidente de la Diputación Provincial, Santiago Cabañero, el propio Belmonte se ha enfundado la túnica negra, el pañuelo y el tambor, obra del artesano local, Juan Muñoz, que ha redoblado con gran pasión y entusiasmo, ante la mirada de admiración de las cientos de personas que han coincidido junto al Monumento al Tamborilero que, hace más de 40 años, creó Francisco Ruiz Oliva.
Luego toda la comitiva ha realizado el recorrido apoteósico, repleto de cientos de tamborileros hasta el Salón de Plenos del Ayuntamiento, donde ha tenido lugar, como manda la tradición, de este acto, el reconocimiento de toda la Corporación Municipal a un investigador “abrumado y contento” ante tantas emociones, ya que el pasado Martes Santo recibió la Medalla de Oro y Gratitud de la Diputación de Albacete.
Juan Carlos Izpisúa Belmonte ha considerado “desde el profundo agradecimiento, todo un honor este momento tan especial que la Asociación de Peñas me ha reservado”, 25 años después de la última vez que visitó la Semana Santa de Hellín, aunque, hacía más de 40 que no tocaba el tambor.
Un gran embajador
El científico ha reflexionado sobre el Tambor al que ha descrito algo consuetudinario al ser humano. El ruido va acompañado de la comunicación; y en ocasiones, se convierte en música Es más que arte y cultura: es comunicación en el ser humano”.
El presidente de la Asociación de Peñas que, el pasado verano, ya anunció este nombramiento, por absoluta unanimidad de todos los asistentes a aquélla asamblea, ha asegurado que “para Hellín es un honor que una persona tan importante, como Izpisúa, haya aceptado este título honorífico, porque somos conscientse que lo va a proclamar, con mucho orgullo, por todo el mundo. Y eso es algo muy importante para la Semana Santa”.
Picornell también ha compartido con Juan Carlos Izpisúa el “gran impacto” de las tamboradas de Hellín en los diferentes eventos a los que, a lo largo de la reciente historia, ha sido invitado; y a pesar que no se pudo conseguir ingresar en el Libro Guinness de los Récords, por cuestiones de logística, se ha mostrado confiado en que, el próximo año, se recibirá, por parte de la UNESCO, el título de Patrimonio de la Humanidad.

El Alcalde de Hellín y concejal de Semana Santa, Ramón García, ha definido a Belmonte como “un hellinero de pura cepa, buena gente y una persona que va a hablar, y muy bien, de su ciudad y de la Semana Santa en todo el mundo”.
Javier Morcillo, concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento y familiar directo de Izpisúa, ha asegurado que “debe ser un día muy especial para una ciudad, y una Semana Santa que, gracias a uno de los mejores investigadores del mundo, se va a conocer, aún más si cabe, en muchos países”, tal y como, ha recordado, viene persiguiendo la Concejalía de Comercio de la que se encarga en el Gobierno municipal.
Por la mañana, el Tamborilero de Honor visitó algunos rincones característicos de la ciudad, como la Iglesia de La Asunción; la sede de la Cofradía Ecce Homo, en cuyo Libro de Honor estampó su firma bajo la atenta mirada del presidente, Gonzalo Tomás, y de uno de los cofrades, el también alcalde, Ramón García, y fue nombrado Mayordomo de Trono de Nuestro Padre Jesús Nazareno.