Miles de personas han redoblado esta pasada madrugada, con motivo de Viernes de Dolores, en una jornada absolutamente emotiva y apoteósica en la que se ha puesto de manifiesto que se trata de una Tamborada multitudinaria en los últimos años, pero, definitivamente se ha perdido la tradicional imagen de los tambores en lo alto del Calvario.

Desde hace años, la inmensa mayoría de los tamborileros son reticentes a completar todo el recorrido hasta la Explanada y Ermita del Calvario y optan por el itinerario que discurre entre El Rabal, Benito Toboso, San Roque y las Puertas de Madrid.
En este sentido, durante la pasada madrugada, con muy buena temperatura, y hasta entrada la mañana, se han producido escenas en calles semasanteras, como El Rabal y Benito Toboso, más propias de una jornada de Jueves Santo por la noche.
Reto de futuro

En este sentido, Fernando Picornell presidente de la Asociación de Peñas, “preocupado” por esta situación, indicaba que, de cara a años venderos, se podrían plantear poner en marcha algún aliciente, en forma de actividad, en el propio Calvario que llame la atención de los tamborileros.