Cumpliendo con la tradición de cada primer viernes de marzo, miles de personas cumplieron con la tradicional subida hasta la Parroquia de San Roque para participar en el Besapiés al Cristo de Medinaceli, en lo que fue un goteo incesante y continuado, acompañado de largas colas, por momentos, desde primera hora de la mañana y hasta bien entrada la noche.

Y es que, desde que se abrieron las puertas de la centenaria Parroquia, pasados unos minutos de las 08.00 horas, atendiendo las peticiones que habían planteado los hellineros que, después, se marcharon rumbo a las Jornadas Nacionales del Tambor, decenas de personas decidieron madrugar para ser los primeros en solicitar los tres deseos de rigor, en paralelo recibían una estampa con la imagen del Cristo
Antonio García, el Párroco, ofició dos misas para finalizar los triduos que empezaron el miércoles, y las largas colas empezaron a ser una constante, de personas de todas las edades, y prácticamente todos los colegios de la ciudad, que se acercaron ante los pies de la imagen.
Fervor
Entre los más madrugadores, el alcalde de Hellín, Ramón García, quien se desplazó a la Parroquia, antes de emprender rumbo a Baena, junto al concejal de Servicios Sociales, Emilio José Pinar, y la concejala de Juventud, María Dolores Vizcaíno.
Las visitas fueron también muy importantes durante la tarde y noche, para corroborar que se trata, sin duda, del acto de Cuaresma más participativo de cuantos se celebran en el calendario, junto a la Subida al Calvario que tendrá lugar este domingo, a las 17.00 horas, desde la Parroquia.